RECICLAR: UN TEMA URGENTE.

Después de leer el artículo escrito por Andrea B. Taborda, especialista en Investigación Educativa en "Educar", el portal Educativo del estado Argentino, traté de hacer una adaptación del mismo, para aplicarlo al lugar en que vivimos.

La autora se pregunta: ¿Por qué este título para este artículo? Será porque pasan los días y los años, y no se ven en nuestro país acciones ni políticas desde el gobierno, concernientes al cuidado del medio ambiente.
¿Qué pasa con la salud de las personas que están en la calle, juntando basura? Aquellos, que deben revolver en las bolsas de residuos donde está todo mezclado: lo orgánico, el plástico, los vidrios, latas, las bolsas, los papeles y los cartones y las pilas o baterías que son los peores tóxicos. ¡Todo junto se tira, revuelto y en la misma bolsa!

Una forma que ya parece naturalizada para todos sin percatarnos de los por menores que esto les acarrea.

Es una pena que todavía no puedan hacerse concientes de la gran herramienta que es la escuela como medio de concientización. Son muchos los niños que concurren a ella, que podrían ser informados acerca de la temática. Y través de ellos llegar a sus familias y a otros allegados, para acercarles información al respecto con el fin de salvaguardar la salud y el equilibrio de este planeta. Sería interesante, desde este punto, implementar un proyecto, más que proyecto alguna ley que obligue desde los sectores políticos que competen al área de la educación, en donde se priorice no solo la educación sexual que fue muy bienvenida y provechosa para nuestros alumnos sino que además procure dejarles como legado a generaciones futuras un adecuado suelo que puedan habitar, un aire puro que respirar, una naturaleza equilibrada y no tan enojada como en los últimos tiempos que con sus desastres naturales nos mostró que llegó la época de cambiar.

Llegó el momento de detener este desastre que estamos haciendo los hombres que nos pensamos dueños de algo que es un bien compartido con todos los seres que lo habitan, la Tierra.

Señores solo es cuestión de ver la currícula y… ¡A trabajar sobre el tema! De hoy y para siempre. Hoy, se debe fundar o componer una materia que podría llamarse “Educación ambiental” honestamente debería ser “Educación ambiental por y para la salud de todos”, que trate pura y exclusivamente contenidos sobre la protección del ambiente y desde ese eje abordar la salud, el equilibrio ecológico, cultivos orgánicos, entre otros temas.

Quiero volver un poco más sobre el tema de la salud de aquellas personas que se encargan de levantar de las calles cartones y papeles. Se advierte en ese aspecto que su salud corre mucho peligro por la cantidad de enfermedades que son trasmitidas por los desechos orgánicos en mal estado. Algunas de las enfermedades adquiridas por los residuos orgánicos y más conocidas son:- Gastroenteritis- Asma- Enfermedades de la piel- Ascariasis- Hepatitis virósica -Toxoplasmosis- Fiebre tifoidea - Poliomielitis- Hongos de todo tipo- Dengue- Además de favorecer el crecimiento poblacional de virus, bacterias, hongos, roedores e insectos y con ello toda la gama de las otra enfermedades.
Aquí no voy a tocar el tema de los más vulnerables en este oficio, de cartonear, porque no quiero extenderme más, pero lo más importante de la trama son los niños que ayudan a sus padres en este trabajo. Futura generación. Esta tópica es de carácter urgente no solo por la privación de la salud sino por un lado la privación a la educación y el trabajo de menores.

¡Una violación a las leyes frente a los ojos de todos! Lo peor de esto, es hasta donde se puede y se va a seguir mirando para otra parte.

Un punto destacable es que el hecho de haber adquirido una enfermedad por este trabajo enmarca una falla del sistema, no previno adecuadamente ni tampoco hubo una buena promoción de la salud. Peor aun es saber que carecen de obras sociales o de una red asistencial de médicos para el caso. Esto es un desamparo gravísimo. Nunca me cruce, con alguien que esté controlando a los cartoneros cuando están trabajando.

Son muchas las estrategias pensables pero parece que son pocos a los que les interesa y que encima podrían hacer algo. Se podrían implementar, por ejemplo, un sistema donde se clasifiquen los desperdicios o desechos según corresponda, orgánico, vidrio, plástico, pilas o baterías, papeles, etc. ya sea en bolsas de diferentes colores o canastos, para que se pueda visualizar aquello que sirva al provecho de estos trabajadores. O porque no, alternar los días de eliminación de residuos, así podrían descartarse los cartones, botellas (plástico y vidrio), y otros envases pocas veces a la semana y lo orgánico todos los días, obviamente que en un formato (bolsa o canasto) identificatorio, para evitar eso de andar revolviendo residuos.He visto un par de tanques de color verde para contención y posterior eliminación de diferentes desechos en alguna que otra plaza importante, pero creo que es hora de abrir los ojos, mejor dicho, dejar de mirar para otro lado y darse cuenta, ver, que la gente no se va a acercar allí a tirar nada. Acaso es necesario indicar que la mayor cantidad de desechos y el volumen de los mismos provienen de los hogares, de los domicilios.

Aquí destacó dos lugares donde se implementaron algunas estrategias de manera masiva:En la ciudad de Bahía Blanca se ha organizado una campaña muy grande sobre el tema de la protección del medio ambiente y considero que a posteriori, en proyección geométrica, se verán excelentes resultados. Un ejemplo de ello es que en una cadena de supermercados, la más grande de esa ciudad, se pueden dejar las pilas y baterías para su eliminación correspondiente, hay lugares donde llevar las botellas de plástico, las de vidrio. Se venden en los supermercados bolsas de tela para evitar continuar contaminando con las bolsas de plástico. Ayuda mucho, también, que allí todavía existe el oficio de botellero.Este año en la Costa Atlántica también se vio el tema de cambiar las bolsas del supermercado por bolsas de tela, si bien es excelente la idea, me costó mucho cruzarme con un folleto propagandista con este tópico, creo que por la poca publicidad que se hizo no resultó tan exitosa.

Concluyendo, la escuela es un lugar de excelencia donde formar agentes promotores de la protección del ambiente y así mismo asegurar el legado de un suelo sano, de una naturaleza que sostenga su equilibrio para dejar de ver los desastres ecológicos que se suceden y arrebatan tantas vidas, de un aire que sea respirable, de cultivos sanos y sin tóxicos y por ende una salud acorde que nos permita una buena calidad de vida.

Lo último es un pedido especial a aquellos que tienen en sus manos el poder de que sea posible generar algo en beneficio de este planeta. Buscar otras formas de eliminación de residuos y por sobre todo generar algún espacio donde además de premiar los proyectos innovadores se premie también, y con más énfasis a aquellas personas que generen o inventen nuevas formas de desechar residuos, nuevos combustibles y elementos no contaminantes, y nuevos proyectos de protección del planeta.