Desde este ciclo lectivo los alumnos que cursan la escuela media de 1º a 5º año aprobarán sus materias con un seis. La calificación será trimestral, más una nota final integradora. El dato fue anticipado por la directora provincial de Educación Secundaria, Letizia Mengarelli. La funcionaria aseguró que se busca un modelo "más humano" de la evaluación.
Hasta el año pasado los chicos que cursaban 1º y 2º año (antes 8º y 9º de la EGB) aprobaban con seis cada materia y con una frecuencia trimestral. En cambio, los de los tres últimos cursos del secundario (o lo que era de 1º a 3º del polimodal) lo hacían con un siete y cuatrimestralmente.
Ahora esto cambió y desde 2009 todos tendrán que aporbar con seis. La calificación estará compuesta por cuatro notas: una para cada trimestre y una final con carácter de integradora, que no será el resultado de promediar las anteriores, sino que obedecerá al desempeño que tuvo el alumno en el año. Esta nota final determinará la aprobación de la materia.
Si bien muchos ven detrás de estos cambios una tendencia a flexibilizar la aprobación de las asignaturas, sobre todo en un contexto donde los casos de repitencia aumentan, Mengarelli indicó que "no se están facilitando las cosas a nadie" al bajar de 7 a 6 el puntaje para aprobar una materia. Por el contrario, dijo que "el número no es arbitrario, sino que tiene que ver con ponderar si los alumnos alcanzaron los aprendizajes o no" y con una nueva manera de ver la evaluación.
"Estos cambios están basados en conceptos más humanos que técnicos de la evaluación", señaló la funcionaria y destacó que las modificaciones aprobadas "son el resultado del consenso alcanzado con las escuelas en distintas discusiones".
Dijo que los directores y docentes valoraron mucho que se hayan tenido en cuenta las observaciones que hicieron respecto de cómo se evaluaba hasta entonces a los adolescentes.
Siguiendo esta idea, la decisión provincial considera a la evaluación educativa como "una construcción compleja y continua", además de indicar que la misma tiene dos funciones: por un lado mirar qué puede hacer la escuela para mejorar la enseñanza y por otro constatar los logros en los aprendizajes alcanzados por los alumnos.
El paso que sigue —indicó la funcionaria— es que cada escuela "revise y discuta los criterios de evaluación a su interior" y "genere los consensos necesarios para llevarlos a la práctica". Para eso los directivos, que ahora participan de estas jornadas, deberán durante marzo reunirse con sus profesores, tutores y demás responsables de la organización escolar para debatir estos acuerdos indispensables.
Los chicos que no alcancen el 6 y su promedio sea de 4 o 5 rendirán la materia en diciembre, en tanto los que no superen el 4 tendrán esta oportunidad en febrero y marzo del año siguiente.
Las instancias de apoyo, ahora llamadas de orientación, para los que deban rendir materias, seguirán siendo obligatorias para 1º y 2º año (ciclo básico del secundario), pero optativas para los alumnos de los tres últimos años de la escolaridad media.
"Siempre es una obligación de la escuela y de sus docentes ofrecer estas actividades de apoyo, la diferencia es que los padres en los tres últimos años podrán optar por enviar a sus hijos a estas clases o no", indicó Mengarelli.
La directora de Educación Secundaria anticipó la novedad desde la capital provincial, donde se encontraba reunida con un numeroso grupo de directores de escuelas medias del norte santafesino presentando el nuevo régimen de evaluación, calificación, acreditación y promoción de alumnos del nuevo secundario obligatorio.
El régimen ya es decreto provincial (Nº 181), con fecha del 19 de febrero y lleva la firma del gobernador Hermes Binner y de la ministra del área, Elida Rasino.
Hasta el año pasado los chicos que cursaban 1º y 2º año (antes 8º y 9º de la EGB) aprobaban con seis cada materia y con una frecuencia trimestral. En cambio, los de los tres últimos cursos del secundario (o lo que era de 1º a 3º del polimodal) lo hacían con un siete y cuatrimestralmente.
Ahora esto cambió y desde 2009 todos tendrán que aporbar con seis. La calificación estará compuesta por cuatro notas: una para cada trimestre y una final con carácter de integradora, que no será el resultado de promediar las anteriores, sino que obedecerá al desempeño que tuvo el alumno en el año. Esta nota final determinará la aprobación de la materia.
Si bien muchos ven detrás de estos cambios una tendencia a flexibilizar la aprobación de las asignaturas, sobre todo en un contexto donde los casos de repitencia aumentan, Mengarelli indicó que "no se están facilitando las cosas a nadie" al bajar de 7 a 6 el puntaje para aprobar una materia. Por el contrario, dijo que "el número no es arbitrario, sino que tiene que ver con ponderar si los alumnos alcanzaron los aprendizajes o no" y con una nueva manera de ver la evaluación.
"Estos cambios están basados en conceptos más humanos que técnicos de la evaluación", señaló la funcionaria y destacó que las modificaciones aprobadas "son el resultado del consenso alcanzado con las escuelas en distintas discusiones".
Dijo que los directores y docentes valoraron mucho que se hayan tenido en cuenta las observaciones que hicieron respecto de cómo se evaluaba hasta entonces a los adolescentes.
Siguiendo esta idea, la decisión provincial considera a la evaluación educativa como "una construcción compleja y continua", además de indicar que la misma tiene dos funciones: por un lado mirar qué puede hacer la escuela para mejorar la enseñanza y por otro constatar los logros en los aprendizajes alcanzados por los alumnos.
El paso que sigue —indicó la funcionaria— es que cada escuela "revise y discuta los criterios de evaluación a su interior" y "genere los consensos necesarios para llevarlos a la práctica". Para eso los directivos, que ahora participan de estas jornadas, deberán durante marzo reunirse con sus profesores, tutores y demás responsables de la organización escolar para debatir estos acuerdos indispensables.
Los chicos que no alcancen el 6 y su promedio sea de 4 o 5 rendirán la materia en diciembre, en tanto los que no superen el 4 tendrán esta oportunidad en febrero y marzo del año siguiente.
Las instancias de apoyo, ahora llamadas de orientación, para los que deban rendir materias, seguirán siendo obligatorias para 1º y 2º año (ciclo básico del secundario), pero optativas para los alumnos de los tres últimos años de la escolaridad media.
"Siempre es una obligación de la escuela y de sus docentes ofrecer estas actividades de apoyo, la diferencia es que los padres en los tres últimos años podrán optar por enviar a sus hijos a estas clases o no", indicó Mengarelli.
La directora de Educación Secundaria anticipó la novedad desde la capital provincial, donde se encontraba reunida con un numeroso grupo de directores de escuelas medias del norte santafesino presentando el nuevo régimen de evaluación, calificación, acreditación y promoción de alumnos del nuevo secundario obligatorio.
El régimen ya es decreto provincial (Nº 181), con fecha del 19 de febrero y lleva la firma del gobernador Hermes Binner y de la ministra del área, Elida Rasino.
Fuente: Diario La Capital
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