Comenzamos la tercera semana de clases...

El ciclo lectivo comenzó el 2 de marzo. Hoy 16, empezamos a transitar la tercer semana... Y todavía surgen preguntas...
¿Cuántas chicos comenzaron a comer regularmente desde ese día en los comedores escolares?
¿Cuántos reclamos por escuelas en condiciones no aceptables hubo y habrá?
¿Las expectativas docentes han tenido medianamente la respuesta esperada?
Si a èsto le agregamos el inicio de la Escuela Secundaria Obligatoria. Observamos que muchísmas familias hacen malavares para cumplir con la Educación de sus hijos.
Cabe preguntar además ¿qué se puede esperar para un nuevo ciclo lectivo?
Hemos oído casi con asiduidad estos días que existen intenciones de mejora de la calidad y de no desoir los reclamos de los sectores que menos tienen para garantizar la igualdad de oportunidades.
Si observamos detenidamente, vemos que en las aulas todo comenzó igual. Los cambios no se empezaron a notar en esta transformación lenta pero progresiva que se prometió.
Mientras tanto, los maestros, alumnos y padres, esperan con la infinita paciencia de siempre...que se cumplan las promesas.
Todos sabemos y deseamos que nuestros "chicos" aprendan. Para que eso se cumpla deben articularse ciertos factores determinantes.
El gobierno debe garantizar el ingreso, la permanencia y el egreso de los niños y jóvenes en la escuela primaria y secundaria que son obligatorias.
Los padres deben asumir el compromiso ineludible de enviar a sus hijos a la escuela.

Ahora bien, el esfuerzo y el trabajo docente no se pone en duda. Año a año, le imponen a su tareas, lo mejor de ellos para alcanzar los objetivos propuestos. Los padres en su gran mayoría aceptaron el desafío y asumieron ese compromiso.
Pero falta una parte de esta trilogía el "compromiso del gobierno" que no sólo se "preocupe", sino también se "ocupe" de todo lo inherente a la EDUCACIÓN.