martes, 30 de junio de 2009

Gripe A: ¿Qué hacer con los chicos en casa?


¿Qué hacer con los chicos en casa? Es la pregunta que más se escucha de boca de los padres que ya saben que durante un mes tendrán a sus hijos sin asistir a la escuela.
Una especialista asegura que lo primero que hay que tener en claro es que “estos días no son vacaciones” y sugiere ideas para hacerle frente a la emergencia.
La profesora María José Borsani es una reconocida educadora de Rosario, especialista en problemas de aprendizaje. “La primera tarea que tiene el adulto es explicarle a los chicos que estos días no son de vacaciones”, explica como para dejar en claro desde dónde partirá cualquier pedido que se les haga a los escolares.
Borsani insiste en que “lo fundamental es plantarse firme ante los chicos y hacerles saber que no están de vacaciones”, sino ante una situación de emergencia sanitaria que requiere de la colaboración de todos. “Y como no se está de vacaciones, el trabajo pedagógico hay que sostenerlo no ya en la escuela porque no se puede pero sí en otro lugar, en este caso la casa”, puntualiza.

Pero la especialista no pasa aquí por alto otras dificultades que aparecen en situaciones límites como las que se viven ahora, a partir de la gripe A. “Se ven las debilidades del sistema educativo, en la capacidad de pedir tareas escolares y que estas se cumplan, pero también el rol del adulto responsable para hacer valer este cuidado”.
¿Qué tareas son convenientes?
Según Borsani, a la hora de planificarles tareas a los alumnos, una de las cuestiones a no perder de vista es que “el objetivo de la tarea no es otro que revisar lo aprendido”. Esto supone -agrega- “volver sobre lo aprendido, complementar con distintas actividades lo que se ha enseñado”. Así, no se plantean dar temas nuevos.
Borsani dice que en mayor o menor grado, de acuerdo a las edades de los chicos, la presencia de un adulto que siga cómo trabajan es necesaria. Aunque es más notoria en los que cursan el 1º grado de la primaria.
Además, la educadora considera que aunque sea difícil pensarlo, las actividades ofrecidas contemplen lo que equivaldría a una jornada escolar. Para eso propone desde lecturas., ejercicios, hasta pintar, armar viñetas o mirar una película.
El grupo de los adolescentes aparece como el más conflictivo para cumplir con esta planificación. Para ellos, la educadora sugiere aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías. Aunque hace la salvedad de que se refiere a los grupos sociales de la clase media.
Las tareas planificadas para los adolescentes deben apuntar a solicitarles actividades de “opinión, de lectura y de discernimiento. Como por ejemplo, ver una película y pedirles un análisis desde lo histórico hasta lo estético”.
(Fuente Diario La Capital)

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