lunes, 24 de agosto de 2009

QUEREMOS COMPARTIR LAS CELEBRACIONES Y ANIVERSARIOS DE SUS ESCUELAS...


Para compartir las celebraciones y aniversarios de sus escuelas,

envíen información y agreguen además si les parece pertinente algún relato que deseen compartir a educacion_sadopros@hotmail.com


Aquí va este comentario que transcribí de ÁREA EDUCATIVA.


En tren de ilusiones


Con cuatro décadas de acción educativa, la labor del colegio “Jesús obrero”, no deja de apostar a seguir creciendo bajo el signo de la esperanza.


Hace cuarenta años los alrededores de la actual escuela Nº 1229 estaban casi totalmente circundados por terreno verde. Apenas algunas casitas irrumpían la pintura inicial de un barrio que empezaba a nacer. En ese ámbito, erguido por el esfuerzo y la devoción de sus pocos vecinos, se levantaba un salón, que polifuncional en su labor, cumplía los domingos con menesteres religiosos. Los bancos de un viejo tranvía abandonado, desterrado ya de su misión migrante, formaban parte del mobiliario que los vecinos reagruparon en la salita de encuentros. Su arquitectura; techo a dos agua y paredes de madera, testimoniaban los anhelos de ser que subyacían a la ilusión de los fundadores. Entre las actividades nucleadas en tan pequeño espacio, no tardó mucho en surgir una propuesta relacionada a educar. Invaluable fue entonces el aporte del colegio Inmaculada Concepción. Este centro, además de formar a los primeros profesionales, guió y auxilió en los pasos iniciales que alumnas recién graduadas quisieron emprender en aquella salita cercana a las vías del ferrocarril.

Bajo su representación legal y el encuadre formal de aula radial, comenzó a funcionar en 1967 el jardín de infantes. Aproximadamente cuarenta pequeños fundaron la gestión educativa de aquel espacio con aura religiosa. Los sueños de estos primigenios niños se apoyaron sobre aquellos particulares bancos y sobre el afán, de docentes y padres, de crear una escuela allí donde apenas si se proyectaba el devenir de un barrio. Dos años después, en 1969, comenzó a funcionar primer grado. Con esta nueva, el establecimiento ganó independencia y dejó de ser un anexo. Fue allí que rubricó su nombre como Jesús obrero, rescatando el alma constructiva y humilde de sus inicios.

Recién en 1975, llegó a tener séptimo grado. Los graduados de ese ciclo fueron preadolescentes que se despedían de su querida escuela tras haber depositado en ella parte de su niñez, jóvenes que con su presencia habían hecho posible que el sueño avanzara.

Durante esos años rápidamente se avizoró la necesidad de ampliar el inmueble. Para ello se nuclearon docentes y padres, quienes empeñados en procurar un lugar cada día más digno para sus hijos y alumnos no escatimaron en originales ideas. De aquel entonces son las anécdotas sobre asados, fiestas y demás eventos, reuniones que en oportunidades se extendían hacía altas horas de la noche, semejantes a la sobremesa de una gran familia. Ese espíritu logró su cometido y posibilitó la ampliación tan buscada. A partir de allí la institución no dejó de crecer, y tal como se promoviera desde esos tiempos pretéritos, bajo el lema “Seguir a Jesús en el servicio continuo” se bregó por permitir formar a los pequeños del lugar.

Hoy el establecimiento cuenta con más de cuatrocientos alumnos y se emplaza orgulloso de contar con los tres niveles obligatorios de la educación formal: nivel inicial, primario y un incipiente secundario.

En este estilo de nuevo proyecto se renuevan las fuerzas de tiempos remotos, convencidos que se puede, educando desde la esperanza, integrando, atendiendo a la felicidad de los niños y alzando una bandera singular; el de amar el educar.

No hay comentarios: