jueves, 1 de octubre de 2009

ILUSTRAR LOS CUENTOS DEL AULA

Las imágenes producen gran significación en el relato de un libro de cuentos.

Poseer herramientas para sumar ilustraciones a las narraciones escritas de forma conjunta con los alumnos, es el punto de partida para lograr creaciones atrapantes e innovadoras.
Aunque el arte de dibujar puede resultar complejo y dificultoso, existen formas básicas de crear ilustraciones apropiadas para un cuento. De esta forma, el docente puede conocer los aspectos primordiales de esta materia: “trabajar con lápiz, luz y sombra y tener en cuenta aspectos de la psicología infantil para determinar por ejemplo, qué colores o tipos de personaje utilizar”, explica Leandro Lazaretti, uno de los impulsores de la idea de capacitar a los maestros para que puedan desempeñarse autónomamente en esta materia.
En este sentido, por ejemplo, se pueden usar colores de acuerdo a la historia que se va narrando, sabiendo que “en dibujos donde se quiere mostrar alegría o algo jovial se utilizan colores vivos y en los que se quiere mostrar una situación dramática se usan los apagados y fríos como el azul y el negro”.

Una vez que se aplican las técnicas básicas y las ilustraciones seleccionadas se concluyen, el desafío consiste en diagramar los espacios del libro en los que se van a incluir. “Cuando se cuenta una historia, las ilustraciones tienen que ir bien ubicadas para que siga un correlato. Por lo general se inicia un libro de cuentos en la primera página con un dibujo de los personajes principales, de cuerpo entero, grandes para que el chico los pueda identificar. A lo largo de la historia también se van mostrando los ambientes para que el chico esté orientado en dónde está transcurriendo la situación”, señala Lazaretti.

Se trata de concebir que un buen libro de cuentos es aquel que se entiende fundamentalmente por el efecto de las ilustraciones, sin recurrir a los detalles del texto.
- ¿Cómo saber cuáles son los elementos necesarios para no lograr dibujos excesivos?

- Son cuestiones de diagramación. El libro de cuento tiene un abuso de ilustración de por sí. Se dice que cada hoja del libro conviene distribuirla en un cincuenta y cincuenta, texto y dibujo, no está mal que el porcentaje de ilustración sea mayor. Ésta tiene quizás más importancia que el mismo texto, entonces en una página se puede encontrar ilustraciones muy grandes y poco texto. Por otra parte, hay que evitar excesos en cuestión de diagramaciones, por ejemplo en querer mostrar todos los personajes y abusar con el ambiente, hay que tener un cierto cuidado y equilibrio para lograr una ilustración armónica.
- ¿Cómo se trasmite con imágenes una narración? ¿Qué se debe contemplar?

- El ilustrador tiene que tener la capacidad de mostrar lo que está sucediendo, cómo transcurre la historia y tratar de interpretar cuáles son las escenas que conviene mostrar porque contienen más acción o un elemento diferente.
- ¿Qué sucede con el diseño de la portada?

- La portada es lo que más impacta del libro, la cara. Cada ilustración de fachada va de acuerdo a las edades. En los más pequeños se muestra una gran porción de ilustraciones, mientras que cuando se apunta a los más grandes el dibujo tiene más detalles. En los libros de cuentos para los más chicos hay que tener en cuenta que se usan colores planos, las ilustraciones son lineales y con poco abuso de sombra. También lo que va variando es el trabajo con el texto, porque en las primeras edades el argumento ocupa poco espacio y la ilustración gran parte de una página, lo mismo pasa en la portada; y esta condición se revierte cuando se piensa en los más grandes.

Fuente:Área Educativa.

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